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Nigra Sum: Nª Sª de los Canteros 2: la Soterraña

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A ún no encontrándose en su lugar original (1), la preciosa talla medieval que se aprecia al principio del primer vídeo, recuerda, en esencia, el verdadero origen del gran enigma que son las Vírgenes Negras: la caverna. Caverna, posteriormente sustituída por criptas cuando se levantaron los templos cristianos sobre los antiguos santuarios de veneración a la Gran Diosa Madre. Una de las pruebas más evidentes, y a la vez un ejemplo de notoria relevancia, lo tendríamos en la catedral de Chartres, auténtico foco energético, que se levantó sobre una antigua caverna, precisamente donde los celtas veneraban la figura de la denominada Virgine Pariturae - la Virgen que dará a Luz -, y en cuya construcción, se destruyó el bosque anexo que, consecuencia de su gran devoción por la Naturaleza, también era sagrado para este pueblo y sus sacerdotes, los míticos y sabios druidas. A ésta imagen de Chartres, se la conoce como Notre Dame de Souterre, Nª Sª de Bajo Tierra, o lo que es lo mismo, Soter

Nigra Sum: Nª Sª de los Canteros

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'He aquí que vengo conmovida por tus ruegos, ¡oh Lucio!. Sepas que yo soy madre y natura de todas las cosas, señora de todos los elementos, principio y generación de los siglos, la mayor de los dioses y reina de todos los difuntos, primera y única sola de todos los dioses y diosas del cielo, que dispenso con mi poder y mando las alturas resplandecientes del cielo, y las aguas saludables de la mar, y los secretos lloros del infierno. A mí, sola y una diosa, honra y sacrifica todo el mundo en muchas maneras de hombres. De aquí los troyanos que fueron los primeros que nacieron en el mundo, me llaman Pesinustica, madre de los dioses. De aquí, asimismo, los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva cecrópea, y también los de Chipre, que moran cerca de la mar, me nombran Venus Pafia. Los arqueros y sagitarios de Creta, Diana. Los sicilianos de tres lenguas me llaman Proserpina. Los eleusinos, la diosa Ceres antigua. Otros me llaman Juno, otros Bellona, otros Hecates,